Un halo de luz, todo un estadio se pone de acuerdo, una vida que se salva.





picture alliance/dpa/AP Pool | Martin Meissner
Cuando todo el mundo sabe que hacer
El caso del jugador de fútbol danés Eriksen. 

Pocas veces se puede ver en vivo y directo como se debe reaccionar ante una emergencia, felizmente, pero no solamente como consecuencia de una feliz coincidencia, en el caso del futbolista danés había gente cerca qué habían pasado por algún tipo de educación ante emergencia hasta el arribo de los paramédicos, los jugadores, el público, incluso en un momento pasan una mochila por las gradas hacia el campo, probablemente un defribilador de emergencia, por eso, cuando hay simulacros o en tu empresa o chamba hay entrenamientos, participen, exigan que no se quede en un PowerPoint para cumplir con el reglamento. Nunca se sabe cuándo puede pasar, y saber que hacer vale oro, para el accidentado y para uno mismo, porque luego se siente que se hizo lo que se pudo, y eso bien. Recuerdo que para sacar mi brevete alemán tenía que ir varias sesiones a una estación de bomberos, y alli la Cruz Roja me enseñó acciones concretas, esa experiencia y las que he podido participar en mis centros de labores, me ha permitido apoyar ya varias veces, siempre cuando menos lo esperaba. De manera muy sencilla, a veces pidiendo de manera firme pero amable a alguien que ha sacado su celular como primera reacción para tomar foto, que llame a Serenazgo o bomberos, o asegurar que los que quieren ayudar no entren en pánico. O acercándome tranquilo a la persona, tranquilizarla, garantizarle comodidad y privacidad. Luego siempre aparecen rápido más personas qué también con tranquilidad saben también que hacer. Pero todo eso necesita ser aprendido y reforzado continuamente, lo que no es difícil, finalmente no es una cuestión si en otros lados "tienen más educación o más cultura" como se suele justificar entre nosotros en el Perú nuestra inacción o comportamiento poco útil o empático. Lo que sí es cierto, es que siempre se puede hacer más comunicación, mantener, aumentar campañas, equipar con equipos de emergencia, capacitar a la gente. Una responsabilidad compartida, tanto por el sector público, la sociedad civil, y también por el sector privado y la ciudadanía. Las evidentes y conocidas carencias no significa que de cara a una emergencia no actuemos, o actuemos en contra lo que indica el sentido común, el sentido prosocial, en contra de lo que casi todos hemos visto alguna vez, como debe hacerse, aunque sea en el cine, en una serie televisiva, en vivo en directo o en Youtube o Instagramm.



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